Solana de Llauset, Russell Oriental, Vallibierna (Etapa 1-Solana de Llauset)

Cima Vallibierna, objetivo cumplido.

    El refugio Cap de Llauset se encuentra situado en la ubicación ideal para acometer desde el mismo las ascensiones al pico Tempestades, Margalida, Russell, Vallibierna, Solana de Llauset... Serán estas tres últimas montañas en los que se centrarán nuestros esfuerzos durante los días 28, 29 y 30 de diciembre. Tres días de aprendizaje, disfrute y felicidad máxima.

Refugio Cap de Llauset.

    Antes de comenzar el relato de las tres etapas mencionadas, comentar una reflexión personal y que me cuesta un poquico respecto a mi menor motivación últimamente con la escalada y montaña, traducida en el poco contenido en el blog. Esto se ha podido deber entre otros factores a exámenes, perecilla y sobre todo a distintas pequeñas lesiones que, por qué no decirlo, han provocado una gran falta de progreso (que creo que es lo que te mantiene motivado) y que mi ilusión en ambos ámbitos haya decaído durante este tiempo . Con lo animado que estaba y con lo que significa para mí la montaña, pensé que a mí no me pasaría nunca, y quizá haya sido la primera vez, y espero la última. Sin embargo, estos días en el Piri, sin duda alguna me han devuelto al camino y vuelvo a estar enchufado. Así lo espero.

    En cuanto a la entrada del blog, trataré que la hermosura de las imágenes tomen más protagonismo que las palabras (siempre lo digo, pero con lo chapas que soy... Además, hoy no es un día, sino tres, y las sensaciones que florecen y los paisajes merecen algo de explicación jeje). He realizado un buen número de fotografías del paisaje, como han podido constatar mis tíos Gerardo y Joxe Mari, a quienes les agradezco su apoyo y a quienes les envié todas sin hacer ninguna limpia. Así que si ves, lector, que la barrita de la izquierda es muy pequeña, no te asustes, que son casi todo fotos. Y después de este rollo, ¡¡allá vamos!!


    En esta aventura me acoplaré al equipo formado por Txemi (con quien ya he compartido mucha y buena montaña), Rafa, Alberto, Pablo y Óscar. Varios son desconocidos para mí, pero todos ellos se encargarán de compartir durante estos días todos sus conocimientos y su experiencia conmigo. Han sido una compañía inmejorable, así que desde aquí se lo agradezco enormemente, de verdad.

Equipazo.

    Los objetivos de esta salida pirenaica serán los siguientes: ascender el primer día la Solana de Llauset (2673m), el segundo día el Rusell Oriental (3034m), y dejar para el último y tercer día el mítico Vallibierna (3067m), que tanta  ilusión me hace. Si bien sus dificultades en condiciones normales no son muy elevadas, las capas venteadas, el terreno mixto y el hielo duro generado por el viento de los días anteriores harán que nos tengamos que concentrar al máximo y saquemos lo mejor de nosotros mismos durante los tres días.

Solana de Llauset.

Rusell oriental, detrás mía.

Vallibierna, al fondo.

    En lo personal, sin duda, las jornadas más exigentes técnicamente y quizá también psicológicamente que he podido vivir en mi camino de montaña. Cada una de ellas me ha servido para aprender, mejorar y extender mis límites un poco más, formándome más como montañero y generándome una sensación de orgullo, progreso y felicidad difícilmente explicable. 

Día 1

    Salimos de Pamplona a las 07:00 y comenzamos a andar, tras 4 horas de viaje, a las 11 de la mañana. Vamos cinco, ya que Pablo, al venir desde León, se incorporará más tarde. Nos hemos visto obligados debido a la nieve a dejar el coche en la pista a 1800m (en vez de en el embalse de Llauset, a 2200 metros, punto de salida en verano). Tras más de media caminando, alcanzamos un túnel realmente impresionante, de más de un km y que nos costará recorrer 15 minutos, excavado en la roca. Otra alternativa, más larga aunque más natural, es desviarse por la GR11, juntándose ambas opciones en el embalse de Llauset.

Entrada del túnel, en invierno cerrado a los coches.

Más de un km de túnel.

Embalse de Llauset

    Desde el embalse, tendremos una hora de bonito camino hasta el refugio Cap de Llauset. Durante el trayecto, pasaremos por el helado ibón de Botornás. La nieve dura ya va dejándose notar, en lo que será un presagio de las condiciones de los próximos días.

Ibón de Botornás.

Óscar, en el ibón.

El ibón, desde el refugio.

    Para las 2 de la tarde, ya hemos picoteado algo en el refugio y nos disponemos a subir a la Solana de Llauset, un pico cercano al refugio recomendado por el guía. Rafa, cansado y aquejado de una tos intensa, decide quedarse descansando.

    Nada más comenzar a andar, vemos la necesidad de utilizar crampones. En determinados tramos, apenas se clavan en el hielo. Ya en el collado, a media hora del refugio, comienzan a verse lo que serán seguro grandes cimas del Pirineo. La verdad que no las reconozco. Es mi primera vez en este valle fronterizo con Cataluña (convirtiéndose así en la zona pirenaica más lejana de casa en la que he estado).

    Desde el collado, y debido a la sombra permanente, tendremos que subir una pala en mixto (roca y hielo) que nos preparará, quizá demasiado, para coger soltura para los días siguientes. Lo que parecía que iba a ser un paseo, termina siendo una ascensión de la que nos sentimos bien orgullosos. Muy pocas veces he ido con crampones por roca, y noto la falta de soltura. Ojalá en un futuro salgan muchos planes en los que pueda mejorar la técnica.

Con ganas de subir ya.

Partiendo desde el collado.

Arista final.

    Tras unos minutos en la cima, en los que aprovechamos la cobertura para mandar algún mensaje, acometemos el camino de descenso. Dado que la subida no nos ha parecido muy "bajable", descendemos por otra vertiente donde el sol ha hecho su trabajo y la nieve está algo más transformada. Podía haber salido mal, pero la verdad que dicha bajada nos resulta más sencilla que la subida. Así es que, tras cuarenta minutos y algún susto imperdonable y evitable por la falta de concentración y quizá motivado por el cansancio, alcanzamos el refugio, donde nos juntamos con Pablo y Rafa.

Cima.

Solana de Llauset, 2673m.

También hay tiempo para las risas.

Vertiente utilizada a la bajada.

    El refugio, construido en 2018, es muy amplio y nuevo. Tras la rica cena a las 19:00, en la que conocemos a un emeritense y dos corellanos bien majos con bonitas expediciones a sus espaldas, y leer un interesante libro de Mark Twight ("Besa o Mata"), nos vamos a dormir, que el mañana, sin nosotros saberlo, nos exigirá lo mejor de cada uno.

Anochece. En la imagen, Venus.


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